Un viernes de Dolores diferente

Hoy como suelo hacer todos los años, habría ido al instituto y estaría deseando de que tocara el timbre para irme a mi casa, comer rápido, ponerme el traje chaqueta y tirar como el Correcaminos para la cofradía. Cada viernes de Dolores se suelen hacer los besapie y en mi capilla, ponemos a disposición de todos los fieles a nuestro Santo Crucifijo de la Salud, una advocación que ahora mismo hace mucha falta en estos tiempos. En este día, siempre me toca el horario de tarde con Miguel, el que era mi vocal de juventud. Siempre estábamos riéndonos y a cada rato, aparecía una persona más. Que si aparecía Marta con su hermano, Inma, Ángela que viene de la universidad, JJ, Pereira el hermano mayor o Manolo con sus ganas de pedir dinero para comprar algo para cenar que siempre este día nos llevamos allí metidos hasta la 1 de la mañana preparando cosas como mínimo.

Tras terminar el besapie y rezar una oración, tenemos que quitar todas las cortinas que tapan la otra mitad de la capilla donde están los pasos montados y las hojas de las palmeras que luego pondremos en nuestra palmera el Domingo de Ramos. Tenemos que esperar que vengan los costaleros con su paso, para luego subir al Cristo con una cuerda que sostenemos entre seis personas. Este es uno de los momentos más especiales ya que siento que estoy elevando a Dios y es algo que muy pocas personas pueden llegar a sentir. Por eso, invito a una persona que piensa que todo esto lo hacemos por salir a la calle y punto, a que vea estos momentos de hermandad y unión que tenemos entre todos, siempre respetando el lugar en el que estamos. Pero lo que nunca puede faltar en mi cofradía es la comida. Nosotros merendamos, rezamos y luego volvemos a comer, porque no todo es rezar.

Esto es lo que de verdad mantiene la fe, para mí pues claro que me da pena no salir en procesión llevando la campana, siendo jefe de tramo o salir con mas de 300 hebreos que se les caen las cuerdas de los paños, que le molestan las palmas porque son muy largas, que están comiendo todo el día porque parece que ese día es en el que comen más. Esto me encanta, aunque al principio me daba miedo, cuando llevas tres años haciéndolo, es el trabajo más bonito. Pero como digo, esto no es lo mantiene mi fe, sino el momento en que bajamos al Crucifijo y lo ponemos sobre los bancos. Aquí puedo mirarle y llevarme embobado mucho tiempo, esto es lo que de verdad me mantiene. Por eso cuando dijeron que se suspendía la Semana Santa, me dio más pena porque no podría verle que porque se suspendieran las salidas procesionales.

Y voy a dejar ya de hablar de esto porque sino, me voy a poner a llorar y no quiero.

Hoy nuestro reto es el de comentar cuales son nuestras dudas y cuales son nuestros puntos fuertes en Lengua.

• La primera pregunta es: ¿Con el diario, el examen que hemos hecho en el diario, si te he hecho algún vídeo y ye hago algunas cosas extras, eso es lo que va a contar para la evaluación o cuando lleguemos tendremos que hacer más cosas?
• La otra pregunta es que en historia del arte vamos a poder elegir entre más modelos de exámenes o coger preguntas de ambas opciones en Selectividad, ¿en el ámbito de lengua, como se va a hacer?

En cuánto a las cosas que he aprendido y reforzado durante este diario:

• Primero, los temas de literatura ya que los que me estudiaba para el examen me los sé y los que luego me caían en el examen y no me los había estudiado tenía que hacer un gran resumen y recordarlos, haciendo así que se me quedaran todos. Todos  menos los dos últimos de la poesía que todavía tengo que hacer el resumen...
• En cuánto al apartado de lengua (sintaxis, vocabulario y toda la parte de la gramática como las marcas de subjetividad, los valores del se, los del que), creo que más o menos lo tengo seguro pero claro, todavía quedan tres meses para ir a Selectividad (que son del día 7 al 9 de julio).