jueves, 26 de marzo de 2020

Grandes que se nos van

Tengo hambre. (Las oraciones simples son unidades de sentido que tienen autonomía sintáctica y que están compuestas por un único predicado. Aunque aparezcan varios verbos, estos se refieren al mismo sujeto, por lo tanto forman parte del mismo sujeto. Esta tiene que ser activa o pasiva, personal o impersonal, transitiva o intransitiva y enunciativa, interrogativa, exclamativa, imperativa, desiderativa o dubitativa ). Ese es el primer pensamiento que he tenido desde que me levanté. No tenía ganas de otra cosa y mis padres decidieron ir a desayunar a la cocina porque estaba muy insoportable. (Las oraciones compuestas tienen dos predicados ya que sus verbos son ejecutados por distintos sujetos. Por eso, se divide en proposiciones y hay de varios tipos. Pueden ser coordinadas, subordinadas y yuxtapuestas. Estas están explicadas en distintos días de mi diario).

Tras desayunar y pasar la clase de historia, me acordé que quiero ver varios capítulos de Élite, pero me vino a la memoria que tengo que hablaros de dos maravillosos dramaturgos. Estos son Federico García Lorca y Antonio Buero Vallejo.

El primero, es uno de los autores más importantes de la literatura del siglo XX. Poeta, novelista y dramaturgo que vivió en la España de antes de la Guerra Civil, durante el auge de la República y las vanguardias, que fue fusilado por los militares sublevados que dieron el golpe de Estado en 1936. Es actualmente, uno de los autores más leídos en lengua española y el autor de piezas poéticas como Poeta en Nueva York y de obras teatrales tan conocidas como Bodas de sangre o La casa de Bernarda Alba, donde habla sobre la situación de la mujer en la España de inicios de siglo XX. Fue miembro de la Generación del 27 junto a otros autores como Luis Cernuda, Pedro Salinas o las Sinsombrero, ocultas hasta hace poco tiempo como son Maruja Manso, María Teresa León o Rosa Chacel. Lorca es uno de los intelectuales que más han marcado la historia de la literatura, además de ser un gran referente para todas aquellas personas que temen reconocer su sexualidad por temor de las represalias, ya que no dudó ningún momento en reconocerlo aunque tuviera que ser asesinado por ello.

Por otro lado, está Antonio Buero Vallejo. Nacido en el año 1916, en la localidad de Guadalajara, en Castilla-La Mancha. Su primera vocación fue la pintura lo que lo llevó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Madrid. Allí se dio cuenta de los problemas sociales y políticos del país, algo que fue una constante inspiración en sus obras teatrales. Durante la Guerra Civil, su compromiso con la izquierda lo llevó a combatir del lado republicano, lo que hizo que estuviera en la cárcel, coincidiendo en este lugar con Miguel Hernández hasta quedar libre en 1964 tras haber sido declarado a muerte en un principio. Esta le marcó, algo que se puede ver su obra La fundación. Obtuvo muchos reconocimientos a lo largo de su carrera como el Premio Lope de Vega, el Premio Nacional de Teatro, el Premio Cervantes o ser elegido como miembro de la Real Academia Española de la Legua. Todo esto se debe a grandes obras como Historia de una escalera, El tragaluz o La detonación.

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