miércoles, 25 de marzo de 2020

El teatro vuelve a mi vida


Hoy, al levantarme decidí seguir durmiendo debido a que ayer me acostarte más tarde de lo normal ya que estuvo viendo varios capítulos de la serie Élite. Pero a las once de la mañana ya no podía más y decidí ir a desayunar con mi familia. Nada más acabar, recibí la inesperada llamada de Zoraida, mi antigua profesora de teatro en el colegio. Me estaba contando que debido a la cuarentena, no podía realizar la obra de teatro que tenía planeada, sin embargo, pretendía grabarse para enviarla a residencias de ancianos para el disfrute de nuestros mayores en estos días. (Las oraciones coordinadas adversativas son aquellas que permiten oponer ideas, enlaza dos proposiciones con nexos como "sin embargo", "por tanto" o "sino")  La felicité porque nadie había hecho eso antes.(Las oraciones coordinadas consecutivas señalan la relación consecuencia-causa entre las proposiciones, enlazándolas mediante nexos como "porque", "por lo tanto" o "de modo que"). Ella estaba contenta de hacerlo y yo de que lo hiciera. (Las oraciones coordinadas copulativas permiten agregar proposiciones, de manera negativa o afirmativa, enlazándolas con nexos como "y"," ni" o "e").  Por eso, le dije que me pasara el vídeo para yo poder enviarlo a más personas o me enfadaría. ( Las oraciones coordinadas disyuntivas plantean una relación de exclusión: si se da una, no se puede dar la otra; enlazándose por nexos como "o", o "o bien").  La amenaza me salió bien, es decir, me envío el vídeo del teatro. (Las oraciones coordinadas explicativas amplían y aportan el sentido de la proposición anterior, se enlazan con nexos como "es decir", "esto es" o "o sea").


Al terminar la llamada, empezó a venirme a la memoria esos recuerdos de cuando estuve dando clases de teatro y me lo pasaba tan bien. Todo esto, me hizo recordar todo aquello que he tenido que aprender en torno al teatro desde que soy pequeño, pero de lo que más me acuerdo, es de aquello que he aprendido este año en 2º de Bachillerato. Primero tenemos el teatro de antes de la guerra, que se dividía principalmente en dos: el comercial y el anticomercial. El comercial se caracterizaba por buscar ingresos escribiendo aquello que el público quería escuchar donde destacan Jacinto Benavente y las comedia burguesa con Los intereses creados, Marquina en el teatro poético y Muñoz Seca y los hermanos Álvarez Quintero en el teatro cómico. En contraposición, se encuentra el anticomercial, que se caracteriza por la reflexión filosófica y el abandono del realismo, donde destaca Valle-Inclán con Luces de bohemia y García Lorca. De este último no voy a hablar hasta más adelante.
Tras pasar la guerra, apareció el teatro de posguerra. Este se caracteriza por su carácter evasivo y el gusto por la comedia, una etapa que va a estar marcada por la muerte de Valle-Inclán y Unamuno y el asesinato de Lorca. En los años cuarenta destacan los seguidores de la comedia burguesa de Benavente y por otro lado, los de la comedia del disparate como Miguel Mihura con Tres sombreros de copa y Jardiel Poncela con Cuatro corazones con freno y marcha atrás. Además, están los autores que se encuentran en el exilio como Casona o Alberti con Noche en el museo del Prado, que reflejaban la nostalgia de España y la libertad de escritura. En los cincuenta, destaca Buero Vallejo que más tarde hablaré y por otro lado, Alfonso Sastre con un teatro más polémico que tuvo problemas con la censura. En los sesenta, se caracterizan por la experimentación autores como Fernando Arrabal y Francisco Nieva con el teatro furioso. Por último, se encuentra la democracia, que supuso la vuelta de los exiliados y el auge del teatro en grupo donde importa más la compañía que el teatro independiente.

Como os había dicho antes, ahora os voy a hablar de los autores más influyentes de mi vida y pienso que de la historia universal. Pero esto no será hasta el diario de mañana. Os dejo con la intriga.

CONTINUARÁ....


1 comentario:

  1. No sabía que conocías a Zoraida. Vino al instituto a contarnos de qué iba su obra, no íbamos a ir porque teníais teatro en inglés... En fin, ahora ya mucho diario y mucho inventar. Sin perder el ánimo. Yo, cuando leo vuestros diarios, lo recupero.
    Perfecto, Gonzalo, 2-2-2-2-2

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